Para las personas que quieran descubrir o potenciar la riqueza de su propio interior y su capacidad para relacionarse, ya que a través del tacto y del contacto con los demás nos abrimos a nuevas sensaciones de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
Una práctica para descubrir facetas olvidadas, escondidas o emergentes de nosotros mismos que nos llevan a experimentar sentimientos agradables, amables, despertando así las cualidades positivas de nuestro interior.
Mediante este Yoga reconocemos aspectos elevados en nosotros y en los demás, posibilitando un mejor entendimiento, profundización y evolución de nuestras relaciones personales, sean sentimentales, amistosas, laborales o de cualquier otra índole.
No es necesario venir con pareja, ya que es incluso recomendable la variedad en la elección del compañer@. La práctica de este Yoga se puede realizar indistintamente entre personas de cualquier edad, del mismo sexo, del sexo opuesto, con diferencia de estatura, y con vínculos personales entre ambos practicantes o no, ya que, igual que sucede en la vida, las situaciones en las que nos podemos encontrar no son siempre las más fáciles. Y porque es esa diferencia, precisamente, la que va a desarrollar en nosotros la versatilidad necesaria y la facilidad para saborear y apreciar, después, cualquier relación que la vida nos aporte, pudiendo manejar resueltamente cualquier situación social o personal en la que nos encontremos.
Los beneficios de la práctica del Yoga por parejas son fisiológicamente los mismos que el Hatha Yoga, con el componente añadido de que nos enriquece enormemente al abrirnos a un mundo nuevo de sensaciones y nos acerca un poco más a nosotros mismos y al corazón del prójimo, revelando nuestro potencial para dar y recibir.
Finalmente, la práctica del Yoga por parejas nos predispone a la risa, el desbloqueo, la riqueza vivencial y la liberación de corazas emocionales. Nos enseña a ayudar y a dejarnos ayudar. Es altamente terapéutico, pues nos abre a una dimensión nueva de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Es una inyección de optimismo y de esperanza para nuestras vidas, ayudándonos a recuperar el valor de la cercanía, la comprensión, la ayuda y el contacto entre las personas. Gratamente sanador y liberador.